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La importancia del sistema nervioso en los tratamientos de fisioterapia

¿Por qué es importante el sistema nervioso en nuestros tratamientos?, ¿por qué debemos tenerlo  siempre en cuenta? En las próximas líneas intentaré dar respuesta a estas dos importantes preguntas.

El sistema nervioso se puede definir como un entramado de tejidos que se ocupan de capturar estímulos, procesar estos estímulos y generar una respuesta eficaz para interactuar consigo mismo y con el medio ambiente. Esto quiere decir que el sistema nervioso posee un rol sensitivo (por recibir estímulos tanto internos como externos), una función integradora (por analizar las señales captadas, guardar información y formular una reacción) y una función motora (el movimiento muscular o la secreción glandular en respuesta a los estímulos).

El sistema nervioso se puede dividir en:

–          Sistema nervioso central:

Está constituido por el encéfalo y la médula espinal, situados en el cráneo y la columna vertebral, respectivamente. Están protegidos por las meninges, que forman una triple capa protectora de membranas para evitar su contacto con el hueso que los contiene. La capa más interna se llama piamadre, está adherida a la superficie del encéfalo y de la médula, es muy fina. Por encima se encuentra la capa aracnoides y entre ambas el líquido cefalorraquídeo con función protectora. La capa más externa es la duramadre, que en el cráneo es muy fibrosa y se adhiere al hueso pero en la columna vertebral deja un espacio llamado epidural.

SN

–          Sistema nervioso periférico:

De las estructuras anteriores salen unas prolongaciones llamadas nervios. Pueden ser: sensitivos, motores o mixtos, según su función. Y la clasificación según donde nacen es: nervios craneales (salen del encéfalo) y nervios raquídeos (los que nacen en la médula espinal):

  1. ·      Nervios craneales: hay 12 pares. Se dirigen a los órganos de los sentidos y a músculos de la cara. Los hay sensoriales, motores y mixtos. El par décimo de los nervios vagos llega a diversas vísceras y forma parte del parasimpático.
  2. ·      Nervios raquídeos: parten del espacio que hay entre dos vértebras (médula espinal). Son 31 pares. Son dos raíces fusionadas formando un solo nervio, que se divide a su vez en tres ramas: la anterior, posterior y comunicante. Estos nervios reciben el nombre de la vértebra que esté situada a su nivel; ejemplo: Cervical (nuca) del C1 al C8

 Sistema nervioso autónomo: es independiente de la voluntad. Controla las funciones viscerales, junto con el sistema endocrino. Controla actividades como: la contracción muscular, la presión sanguínea, la temperatura corporal, etc. Sus fibras parten de los centros nerviosos junto con las raíces motoras de los nervios raquídeos y craneales, pero se diferencian de éstas en: que inciden solo en vísceras de actividad involuntaria, pasan por ganglios autónomos. Este sistema está formado, a su vez por otros dos:

  • –          Sistema nervioso simpático: está formado por pequeñas masas celulares de sustancia gris (que son los ganglios simpáticos) colocadas a lo largo de la columna vertebral y unida verticalmente por cordones, dando lugar a la cadena simpática. Presentan unas fibras preganglionares cortas y terminan en los ganglios simpáticos donde hacen sinapsis y sale la fibra postganglionar, que se dirige a las vísceras. Por estas diferentes conexiones circulan los impulsos nerviosos que dan lugar a la estimulación simpática de los órganos. Se le considera como sistema de estimulación.
  • –          Sistema nervioso parasimpático: tiene sus centros neuronales dentro del SNC, salen del bulbo raquídeo y de la zona sacra medular, y se distribuye por todas las vísceras. La longitud preganglionar del nervio es más larga que la del simpático, y por tanto, la sinapsis se realiza muy próxima a los órganos donde actúa. Por el contrario, éste es el sistema inhibidor.

Con este breve repaso anatómico  pretendo mostrar que el sistema nervioso está presente en todas las partes y funciones de nuestro cuerpo, podemos decir que es la base de nuestro ser.

Retomando las preguntas iniciales: ¿Por qué es importante el sistema nervioso en nuestros tratamientos?, ¿por qué debemos tenerlo  siempre en cuenta? , puedo indicar que es importante porque siempre que hay una lesión, enfermedad, dolor, trastorno… se produce un cambio en el cerebro, ya sea bueno, malo o diferente. Muchas veces tratamos una lesión o patología de una manera directa, pero el cerebro también necesita volver a la “normalidad”.

Para acabar este breve artículo voy a proporcionar una serie de consejos  sencillos para dar al cerebro una sensación de “normalidad”, o al menos intentarlo, ya que a veces no es fácil o no es posible.

–          Ejercicios de propiocepción:

La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de las partes de nuestro cuerpo, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada. Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso central y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.

Por esto, este tipo de ejercicios son muy necesarios en las recuperaciones, ya que promueven un mensaje correcto a nuestro cerebro.

Lesiones deportivas

–          Rozamientos, caricias, rascados y similares:

Son ejercicios muy interesantes, ya que sensibilizan o desensibilizan los receptores superficiales, que en muchos casos quedan dañados. Por lo cual a través de estos, podemos nuevamente mandar un mensaje correcto a nuestro cerebro.

–          Cambios de temperatura:

Son un buen complemento a los nombrados anteriormente, ya que los receptores tanto de frio como de calor, regulan y normalizan ciertas situaciones corporales, y nos pueden servir de gran ayuda.

–          Deslizamientos neurales:

Estos ejercicios, son ya más específicos del nervio. Consisten en deslizar el nervio sobre las estructuras que lo rodean, para darle un buen  movimiento al sistema nervioso y que esté bien nutrido e irrigado. Este tipo de ejercicios son indispensables en atrapamientos nerviosos  y lesiones puramente nerviosas.

Involucrar en el tratamiento de fisioterapia

–          Reentrenamiento postural o de movimientos:

Este tipo de ejercicios están estrechamente ligados a los de propiocepción, y están destinados principalmente a prevenir nuevas lesiones o patologías,  y/o  para modificar ciertas posturas o movimientos lesivos en nuestro día a día.Ejercicio plancha en cuadrupedia

En conclusión, no solo debemos tratar la lesión o patología, sino ir un poco más allá, y proporcionar un mensaje “correcto” al cerebro, que al fin y al cabo es el “director” del cuerpo.

AUTOR: Juesus Mon Caballero. Fisioterapeuta especializado en rehabilitación neurologíca.

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